Los recuerdos

Los recuerdos son elementos pasados que se almacenan en la memoria. Pueden ser imágenes, hechos, situaciones, sensaciones... Sin embargo, existe una serie de factores que condicionan los límites de nuestra capacidad para recordar. Estos son:

Efecto de primacía o de recencia: se tiende a recordar lo primero y lo último. El efecto de primacía indica que se retiene mejor la información atendida en primer lugar porque se repite mentalmente. En cambio, el efecto de recencia apunta que se memoriza mejor la última, ya que se conserva en la memoria a corto plazo.
Por ejemplo: de una lista de 16 palabras, recordaremos mejor las 3 primeras y las 3 últimas.
Efecto de Von Restorff o efecto de aislamiento: se recuerda de manera más efectiva aquello distinto a los demás, ya sea por su forma o por su color. Esto se debe a que la memoria codifica de diversas maneras.
Por ejemplo: los estudiantes subrayamos las ideas más importantes de nuestros apuntes para memorizarlas bien y reducir las posibilidades de olvidarlas.
Estado de ánimo: se suelen recordar los datos relacionados con el estado de ánimo del momento, porque influye en la manera de procesar la información del entorno. Es decir, cada emoción lleva a los recuerdos con los que está asociados.
Por ejemplo: cuando estamos tristes tendemos a pensar en malas experiencias personales y, por el contrario, cuando estamos contentos pensamos en momentos felices.
Vivencias: las experiencias que comportan sucesos emocionalmente significativos suelen recordarse mejor que el resto, ya que las emociones desempeñan un papel muy importante en la creación de los recuerdos.
Por ejemplo: todos recordamos nuestro primer amor porque lo vinculamos con nuevas emociones.
Vacíos: cuando una parte de la información cae en el olvido, el cerebro crea falsas imágenes para rellenar esos vacíos lógicos, pues la memoria es capaz de distorsionar instantáneamente la realidad.

Editado por última vez: 05/04/2019, 00:39.